Fue durante el primer acto de gobierno o Concordia de Segovia donde se configuró el escudo y sus símbolos. Lo normal era que cada cual mantuviera su propio escudo de armas, y sin embargo, aquí se estableció algo tan inusual como que ambos tuvieran uno en común como símbolo de unidad donde cada cual añadió sus armas personales. De allí saldría el escudo que lleva representando a la nación española durante cinco siglos y que ha llegado, con ligeras variantes, hasta el día de hoy.
Si lo miramos detenidamente, lo primero que apreciamos es que está muy sobrecargado. En principio se divide en cuatro espacios o cuarteles, como se suele decir en la jerga de la heráldica. Pero es que, además, cada cuartel se divide a su vez en otros cuatro para Isabel y cinco para Fernando. Tanto las armas de Isabel como las de Fernando se repiten, primer y cuarto cuartel para ella y segundo y tercero para él, y al final vemos un total de 18 cuarteles. Veamos ahora las armas y los símbolos representados. En el primer espacio, perteneciente a Isabel, dividido a su vez en cuatro, vemos un castillo o torre y un león, que son las armas de Castilla y León. El castillo aparece en el primer y cuarto “subcuartel” (o contracuartel) y el león en el segundo y tercero. El segundo es para Fernando y en él aparece lo que hoy llaman la “señera” o bandera aragonesa, ocupando la mitad del cuartel. La parte derecha la ocupan las armas de Sicilia, que son la “señera” y un águila. Curiosamente este “subcuartel” se divide a su vez y de forma diagonal, en otros cuatro más pequeños formando un aspa, apareciendo dos veces la señera y otras dos el águila. Pues todo esto multiplicado por dos, apareciendo, como ya se ha dicho, en el primero y cuarto Isabel y en el segundo y tercero Fernando.
Muy sobrecargado, ¿no? Pues aún habría que añadir un espacio más tras la conquista de Granada, donde aparecerá, abajo, en el pico del escudo o entado, una granada madura con la piel abierta y unas hojitas, como recién cogida del árbol. Pero a pesar de todo resulta colorido y bonito. Todo ello coronado o timbrado, por una corona real de oro abierta. Y sosteniendo el escudo, un águila, la llamada águila de San Juan. Esta águila ya representaba a Isabel en su escudo de armas anterior. El águila de San Juan tiene su origen en San Juan Evangelista. A los cuatro apóstoles evangelistas se les asignó tradicionalmente y durante la edad media un animal. El animal de San Juan fue el águila, y como Isabel tenía devoción por este apóstol, la añadió a su escudo y ahora lo añadía como símbolo para rodear y sostener el nuevo escudo que representaría a ambos reyes y con el tiempo a toda una nación. Pero habría más símbolos rodeando al escudo.
En la parte de abajo aparecen un lema y unos símbolos o divisas que homenajean a ambos. En la parte izquierda vemos un yugo rodeado de una cuerda cortada. Se trata del nudo gordiano, aquel que pusieron ante Alejandro Magno para probar su ingenio y ver si era capaz de deshacerlo, y que simplemente cortó con su espada, pronunciando aquella frase que se haría célebre: tanto monta, o tanto da deshacer como cortar. Es precisamente el lema que eligió Fernando, que aparece también bajo el escudo. Pero, además, el yugo está ahí por otra razón: yugo comienza por “y”, que también es la inicial de Ysabel, una forma común de escribir este nombre en la época. En la parte derecha vemos otra cuerda, esta vez anudando un haz de flechas, como homenaje a Fernando, ya que la inicial de las flechas también es la del rey. Poco más que señalar, salvo que el águila presenta una corona o halo de santo, y a través de su cola, que sobresale por debajo, aparece el cartel o “divisa” (siguiendo con la jerga heráldica), que va desde el yugo hasta las flechas, con el lema “Tanto Monta”.
El escudo seguiría usándose por los reyes venideros como símbolo de unidad, con algún que otro ajuste. Las armas de Sicilia desaparecían dejando paso a las de Navarra. El águila se modificaba y luego desaparecía completamente para sustituirla por las Columnas de Hércules. Se cambiarían los lemas y se simplificaban los cuarteles, quedando solo cuatro más el entado de Granada. Pero las armas aportadas por Isabel y Fernando permanecerían hasta el día de hoy. Durante el franquismo se usó en España un escudo casi idéntico, y en 1981 se suprimió el águila, el yugo y las flechas, quedando el escudo entre las Columnas de Hércules y una cinta con el lema Plus Ultra (Más Allá). Lema utilizado por Carlos I, nieto de Isabel y Fernando, creado para animar a los marinos a desafiar las creencias griegas, según las cuales, Hércules había puesto dos columnas en el estrecho de Gibraltar para advertir que allí acababa el mundo y que no había nada más allá. Pero habiendo demostrado sus abuelos lo contrario, parece que este lema quisiera animar a ir más allá todavía, como así lo harían. Y es que los símbolos pueden conseguir cosas inimaginables.