Aunque lo acontecido con el apóstol Santiago entra en la leyenda más que en la historia, el personaje es real y lo que ocurrió, aunque fuera solo la ensoñación de un rey, influyó, y mucho, en la lucha contra los musulmanes y en la historia de España. Por lo tanto, Santiago tiene cabida dentro del apartado Personajes.
Dentro de esos personajes arraigados a la tradición o la leyenda de todo país encontramos en España la figura de Santiago «Matamoros». Santiago, el apóstol como todos sabemos, es el patrón de España y de algunos municipios españoles, y el mote «Matamoros», que hoy podemos ver convertido en apellido, significa precisamente eso, que el apóstol mataba moros. Hoy encontramos la figura del mítico personaje en plena faena matarife en multitud de imágenes, tanto en pinturas como en estatuas, en iglesias o museos. Pero, ¿estuvo realmente el apóstol de Cristo en España combatiendo a los sarracenos? En cierto modo sí; aunque fuera solo en la mente de un rey.
Todo empezó en el año 813 en la antigua Iria Flavia, donde ahora se encuentra Santiago de Compostela, cuando en Asturias (la España cristiana) reinaba Alfonso II. Una noche, un ermitaño llamado Pelayo, como el caudillo de Covadonga, vio unas extrañas luces entre el bosque, e incluso hay quien cuenta que escuchó una música «celestial», y así se lo hizo saber al obispo Teodomiro. Dejandose llevar por el entusiasmo del ermitaño que atribuía las luces a origen divino, el obispo mandó excavar en el lugar señalado y… sorpresa: encontraron una tumba de mármol (aquello era un cementerio) donde había un cuerpo decapitado, tal como murió Santiago.
Hay que aclarar, que en la Hispania de aquella época, Santiago era conocido y venerado por la creencia generalizada de que el apostol era el responsable de la evangelizacion de la penísula. Se dice que víajó hasta aquí a predicar con varios seguidores, y encontrandose en Zaragoza, junto al río Ebro se le apareció la Virgen con el Niño. He aquí el origen de la Virgen del Pilar. Después de unos años predicando en España, Santiago volvió a Jerusalen donde fue detenido y senteciado a muerte por el rey Herodes Agripa I. Sus seguidores decidieron entonces traer el cuerpo a España para darle sepultura. ¿Por qué lo hicieron? Posiblemente porque Santiago expresó en su última voluntad ser enterrado en España. Si verdaderamente lo enterraron aquí, nadie sabía dónde.
En vista de todo lo anterior, no es raro que el obispo decidiera que aquel cuerpo tenía que ser el del apostol Santiago, y el rey Alfonso, sin ponerlo en duda, mandó construir allí mismo una iglesia que sería el origen de la catedral de Santiago de Compostela. Puede notarse en esto el poder de convicción de la Iglesia en aquellos años. Si un obispo afirmaba algo, ni el propio rey lo contradecía. Por otra parte, precisamente a este rey se le conoce como muy apegado a la Iglesia por la que hizo mucho. El acontecimiento no fue cualquier cosa, pues tuvo tal repercusión en toda la Europa cristiana, que una riada de peregrinos se encaminó hacia Galicia para rendir tributos al santo. Y lo hacían dejándose llevar en las noches claras por los brazos resplandecientes en el cielo de la Via Láctea, y por eso hoy a estos brazos visibles de nuestra galaxia se los conoce tambien como Camino de Santiago.
La leyenda puede levantar simpatía o animadversión por parte de aquellos que no comulgan con «Matamoros», pero no podrán negar que está llena de romanticismo. Y aunque solo sea por eso nunca conseguirán aniquilar un símbolo que forma parte de nuestro pasado y de nuestra identidad.